Una de mis grandes obsesiones ha sido la Historia Militar, no sólo de mi país sino de todo el mundo. Soy un apasionado a profundidad de la Historia y esto ha sido motivo para que de niño mi jefa pensara que tenía al demonio dentro. Por fortuna nunca le hice caso y seguí con mi instinto bélico artístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario